jueves, 9 de agosto de 2007

Amistad Made in Japan


Un nuevo año lectivo. Los típicos alumnos que se sientan adelante, cerca de los profesores para ver el pizarrón más grande, o que su voz sea más nítida para quienes imparten lecciones... en fin. A saber!!. Uno de ellos es el que nos importa, por supuesto. Había viajado a ¡Japón! por no sé qué concurso. Blah, blah, blah, blah. Puaj. Existe gente que manda a concursos televisivos respuestas ganadoras. Y yo ayudando a mi papá a crear un estanque en pleno jardincito de mi casa.
Pero resulta que el "sabelotodo" no lo es tanto, y no molesta su charla, ni resulta pegajosa su compañía. Bien. Somos amigos, y creamos un buen equipo de trabajo. Mudamos nuestro "ecosistema" hacia el fondo del salón, y allí nos asentamos.
Vuelan tizas, insultos, papelitos con frases fallidas de compañeros de "fila" y así acaba el secundario (momento más, momento menos).
Él por su lado, yo por el mío, noviazgos sí, noviazos no, visitas acá, allá, más allá de allá.... YO A ESPAÑA, ÉL A DINAMARCA. (Lo siento, tenía que resumir).
Pero... a lo que quería llegar antes de meterme en éste berenjenal curioso del que no sé si podré salir airosamente: "¿es éste hombre -ahora casado con una danesa-, con un número de residente nuevo, planes de futuro y alianza matrimonial, el mismo que se subió al escenario de mi colegio para contar lo de los "ponjas"?". O lo que es lo mismo: "¿soy yo la misma que a carcajada limpia y ceja izquiera en alto se burló de que tuviera el coraje de contárnoslo a viva voz?"... Y un agregado sin importancia: "¿tendría algo que ver que sus padres fueran profesores de dicho colegio?".
Ahí lo dejo.

1 comentario:

Fernando Massino dijo...

Somos los mismos... solo que perfeccionados... antes era sabelotodo, ahora se aún más... antes levantabas tu ceja izquierda, ahora podés hasta mover los lóbulos de tus orejas!